domingo, 23 de febrero de 2014

Sobre la música IV

Si bien hace mucho que no escribo, me parece importante (esporádicamente) destacar y dejar registro de lo especial que es la música en mi vida. Los años pasan y voy aprendiendo cosas nuevas, pero siempre la música está ahí, latente y fuerte, brillando.
Esta semana fue una conjunción de emociones, positivas y negativas. Me siento bien, hermoso, amado, querido, con ganas de amar y a la vez triste, melancólico y taciturno.
Quiero destacar y hacer brillar lo positivo, pero para eso necesito seguir dandome tiempo a mi mismo. En el mientras tanto voy viviendo en la música esa pequeña luz que me hace sacar fuezas y positivismo para seguir adelante, con ganas y voluntad. No quiero apagarme, quiero vivir para amar y amar para vivir.
Me parece tan estúpido estar discutiendo banalidades en  lugar de rescatar y vivir con intensidad cada momento que a veces me desbordo y me angustio demasiado, llegando a cometer muchos errores.
Mi forma más desinteresada y natural de vivir amando es la música. Sé que fuera de este ámbito no necesito nada más, porque me quiero, me respeto y me entiendo a mi mismo como un ser único, natural e individual que necesita brillar por su propia cuenta para poder dar brillo a los demás.
Siempre rescato de Cuentos Borgeanos estrófas que me hacen darme cuenta de mis momentos y ayer, justamente, dieron en la tecla con una hermosa canción, que si bien estaba apuntada a otro aspecto, todos necesitamos una pequeña luz que nos rescate y nos haga vivir en armonía, amando.

"Me perdí en la oscuridad que habita en lo profundo, me perdí en la tentación de sentir el final y ahora escribo mi canción, saltando en el vacío, dejo todo lo que fuí y lo que no será.
Porque tú, me salvás, pequeña luz, me salvás."

El amor es una emoción tan fuerte y tan intensa que de un momento a otro te puede tener viviendo en pleno éxtasis o hundirte al más profundo de los abismos. Hay que aprender a convivir con ambos aspectos de la vida, porque todos y cada uno de los seres humanos vivimos para eso a fin de cuentas. Si bien hay intereses de por medio, siempre debemos entender que la respuesta a todo es el amor, para bien o para mal. Pero si amamos de verdad, siempre vamos a salvar a alguien o a nosotros mismos.
Sigo en búsqueda. No me detengo. Sé que mientas tenga la música hermosa que tengo a mi alrededor nada me puede salir mal. Solo depende de mi, de mis ganas, de mis motivaciones, de mi voluntad para afrontar cada hecho e instante como único y transcendental.

No hay comentarios.:

¿Y ahora que pasa, eh?

Alrededor de 15 años pasaron de esta joya. Lustros pasaron de esa presentación del disco en el Roxy. Era tan joven, tan lleno de fuerza, de ...