No preguntes cuantos espejos me encandilaron hoy.
Tu noche de excesos, tu feria de besos, tu cara en la hora del té.
Me quedé solo, feo, sin poder sonreir.
No soñé verte muda, sin darme luz del sol.
Ando buscando, abro persianas y no hay más ruido.
Ya nadie molesta, nadie me apura, nadie me enoja más.
Vos podés darme dias que tengan tus canciones.
martes, 2 de junio de 2009
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